Con respecto a la educación, la formación escolar menonita tiene un solo nivel: los niños van a la escuela desde los 5 hasta los 12 años; allí se les enseña lo básico: leer, escribir y hacer cuentas. Luego no existen más niveles de estudio, para ellos la carrera que continúa es la del padre.
En la comunidad son pocos los que leen diarios o revistas educativas, en cambio, sí leen libros. No escuchan la radio, ni ven televisión.
Disponen de generadores de energía eléctrica, pero solo le dan uso laboral, al igual que las maquinarias agrarias; por ejemplo, a los tractores no se les colocan las gomas de las ruedas, solo les ponen llantas de acero, de manera que se los use solo en el campo, y no para salir al pueblo más cercano.
Siembran maíz, sorgo, poroto, maní, avena y girasol para consumo.
En la comunidad gobiernan todos, pero al mismo tiempo es manejada por un gobernador o jefe, secundado por otro integrante que tiene el mismo cargo y poder de decisión, aunque estas deben ir acompañadas del consentimiento de todos los integrantes.
Todos los hombres se reúnen en asamblea y se ponen de acuerdo sobre las decisiones tomadas con respecto de los objetivos o trabajos por realizar.
El gobernador o jefe, que es elegido o reelegido cada dos años en una elección en donde votan solo los hombres, puede presentarse cualquiera de la comunidad, siendo el ganador el que más votos obtenga.
Este se encarga de pagar los impuestos prediales y de asistir a miembros de la colonia con dificultades económicas, de salud, laborales o de otra índole. Para estos casos existe un fondo público que es manejado por los dos jefes o gobernadores realizando préstamos de dinero a quien lo necesite, pero siempre que sea integrante de alguna de las colonias.