En la actualidad hay más de 320.000 menonitas dispersos en distintas partes del mundo.
A principios del siglo XVI, los precursores se establecieron en una franja costera sobre el mar del Norte, correspondiente a Holanda y Alemania, con la idea de volver a la auténtica fe cristiana y a los fundamentos de la biblia.
Son anabaptista, variante que surgió a partir de la reforma Luterana. Sus miembros fueron perseguidos sin piedad hasta que en el año 1543 un ex sacerdote católico Simons Mennón, se unió en Holanda a esa fe, la reorganizó, e hizo más radicales los conceptos que la regían. En memoria de aquel pastor las comunidades que siguen sus enseñanzas, se llaman menonitas, proclaman la obediencia a Cristo, el pacifismo, la vida sencilla, el amor al prójimo, la honradez y prohíben cualquier juramento, porque el buen cristiano no miente.
Llegaron a la Argentina en 1985 procedentes de México, Bolivia y Paraguay, huyendo de los desmanes sociales, robos, cuatrerismo, y otras calamidades. Se establecieron de una colonia de 10.000 hectareas conocida como «Nueva Esperanza» a 40 Km. de Guatraché. Los campos que componen la colonia, todos con tranqueras flanqueadas por pinos y cipreses, y casas de adobes o de ladrillos, pintadas de celeste, negro o amarillo ocre. Al frente de cada vivienda,prolijanmente cuidados jardines. Flores y buenas plantaciones.
Pese a los siglos conservaron sus costumbres, son agricultores, hablan un dialecto mezcla de holandés y alemán y sus hijos reciben la misma educación que sus tatarabuelos.